"En realidad no quería dejar mi país, pero mi hijo tiene una complicación cardíaca y tenía más de un año que no lo veía un médico en Venezuela, tampoco estaba tomando sus medicamentos porque estaban agotados en la farmacia o estaban muy caros. Decidí junto a mi familia venirnos a Brasil. Al principio no fue fácil, no conseguía empleo para nos sustentar. Luego de unos meses, mi mamá consiguió trabajo como “faxineira” en una casa y mi esposo como albañil, ahí las cosas fueron mejorando. Luego pasó un tiempo y pedí ayuda a las personas de organizaciones humanitarias, para que ayudaran a mi hijo y ellos nos apoyaron, le hicieron todos sus exámenes. Conseguimos cita con un cardiólogo y nos dieron todas sus medicinas. Ahora mi hijo se siente muy bien y tengo mucho que agradecer a este país por abrirnos las puertas a muchas familias venezolanas.”
Nazareth (fragmento de historia personal, Boa Vista)
Ilustración: Gabriela Díaz Velasco
¿Qué podemos aprender de esta
historia?
En Brasil, refugiados/as y
migrantes venezolanos pueden acceder a todos los servicios de la red de Salud
Pública.
En
Brasil, la salud es un derecho universal, público y gratuito, garantizado por
ley para toda persona dentro del territorio. Personas refugiadas y migrantes
tienen derecho de acceder a todos los servicios ofrecidos por el Sistema de
Salud Pública.
Para
tener un buen acompañamiento de tu salud, recuerda solicitar tu “carteirinha” (o
carnet como se le conoce en Venezuela) del SUS (Sistema Único de Salud). Este
no posee costo alguno y es muy fácil de obtener en las Unidades Básicas de
Salud, UBS (también conocidas como “Puestos de Salud”). Con esta “carteirinha” podrás hacer [LT1] exámenes, agendar consultas médicas
y hasta retirar medicamentos en las farmacias de la red SUS, siempre que sea
necesario.
Si quieres saber más sobre el Sistema Público de Salud en Brasil, habla con Gigante, el robot de U-Report Uniendo Voces: