Trabajando por el bienestar de su comunidad, Yulianita Tovar, de 22 años, demuestra una dedicación innata. Su intensa actividad comunitaria en Venezuela ha encontrado continuidad en Brasil, donde desde 2022, es una movilizadora voluntaria de U-Report Uniendo Voces, una plataforma de información y participación social para jóvenes y adolescentes venezolanos refugiados y migrantes en Brasil.

"Ser movilizadora es ser comprensiva con la realidad que cada uno vive. Es una actividad que me exige responsabilidad, porque tiene que ver con poder ayudar a otros jóvenes venezolanos como yo. Esta experiencia me ha permitido reflexionar sobre la importancia del apoyo entre refugiados y migrantes”, dice Yulianita, quien además de colaborar en su comunidad brindando información confiable, incentiva a otros jóvenes a dar su opinión sobre los asuntos que les preocupan, a través de encuestas periódicas de U-Report Uniendo Voces.

Yulianita vive en Jardim Floresta, un abrigo para refugiados y migrantes indígenas que forman parte del flujo migratorio venezolano, en Boa Vista, Roraima, estado fronterizo con Venezuela. Este espacio es parte de la Operación Acolhida, una respuesta humanitaria del Gobierno Federal y otros organismos. 

Yulianita, pertenece a la etnia Warao, la segunda comunidad indígena más numerosa de su país natal. Se estima que más de 5.000 Warao han emigrado a Brasil desde el inicio de la crisis venezolana.

La joven movilizadora cuenta que desde adolescente ha trabajado como voluntaria, participando en diversos proyectos sociales que brindaban ayuda y asistencia a comunidades vulnerables. Ese trabajo fue fundamental durante su adolescencia y la llevó a formarse posteriormente como enfermera comunitaria, antes de venirse a Brasil.

Historia

Como muchos refugiados y migrantes, Yulianita llegó a Brasil en busca de una vida mejor. En diciembre de 2021 inició su recorrido desde Puerto Ordaz. Después de casi 24 horas de viaje por carretera, sola y sin muchos recursos, llegó a su primera parada, la localidad fronteriza de Pacaraima, del lado brasileño. Su destino final era la capital del estado, Boa Vista, donde la esperaba su hermana.

En su primera noche en Brasil contó con el apoyo de algunos familiares que la recibieron en su casa. Al día siguiente logró registrarse en un abrigo y permaneció allí durante tres días mientras tramitaba la documentación para continuar su viaje. Finalmente, con los documentos en mano, logró comprar un boleto a Boa Vista. “Estaba cansada pero emocionada de seguir adelante y encontrar a mi hermana”, dijo.

Yulianita nació en la ciudad de Tucupita, capital del estado Delta Amacuro, en el oriente de Venezuela, donde vivió la mayor parte de su vida junto a sus padres, siendo la menor de cinco hermanos. Para ella, una de las cosas más duras de haber migrado fue tener que separarse de sus seres queridos: “Nunca había estado tanto tiempo lejos de mi familia en mi vida”, dice la joven movilizadora.

Aunque se encuentra en Brasil, Yulianita sueña con regresar a su tierra natal para reunirse con su familia y amigos, recordando con cariño los lugares que forman sus raíces. Manteniendo viva la esperanza en el futuro de los jóvenes venezolanos, espera que todos puedan disfrutar de un trabajo estable y reencontrarse con sus seres queridos, teniendo acceso a medicamentos y atención médica para sus hijos.

La trayectoria de Yulianita es inspiradora y muestra el poder de la solidaridad y el trabajo comunitario, especialmente en tiempos de dificultades y cambios. Su compromiso con su comunidad y su esperanza en el futuro son un testimonio de resiliencia y empatía, ejemplos que podemos aprender y seguir.